1.12.06

La habitación del pánico




Primero fueron los poemas. Witty Boy jugaba a ser Salvador mientras que Salvador intentaba ser otras cosas. El uno escribía y el otro sacaba sonidos del computador. El uno dibujaba y el otro filmaba su rostro. Jugamos a las escondidas por los jardines de la lógica, afirmarán luego. El resultado: una obra compuesta de doce canciones en las que se mezclan sonidos tan diversos como narraciones de partidos de fútbol, mariachis mejicanos de los años sesenta, diálogos de películas y dibujos animados, discursos políticos, perros ladrando, con la maestría armónica de unos sintetizadores que recuerdan a un Richard Wright adolecente.

“Lo que intentamos es poner al mismo nivel cosas tan delicadas y definitivas como un discurso presidencial, junto a otras que tengan un caracter un tanto frívolo como la cancioncilla de Mario Bros. Es hacer un diálogo entre George Bush y Speedy González, entre Benedicto XVI y el Chavo del ocho. Es como ver a Alvaro Uribe un domingo por la mañana mientras se corta las uñas de los pies y canta Hakuna Matata del Rey León. Lo hemos definido Histeria Post-Pop. Un arte libre, tanto de ataduras, como de cualquier convención moral”, nos dice Salvador con su particular sonrisa de asesino en serie.

Uno de los rasgos que cabe destacar en The Alfonsus Lizarazu's Project, es su puesta en escena. La proyección de videos en sus presentaciones y los performances callejeros que han realizado, hacen de este grupo un verdadero colectivo artístico, donde se entrecruzan diferentes disciplinas. Además, la escenografía , así como la manera de vestir que manejan, les da cierto aire glamoroso y surrealista.

“Cierto día nos escribe de Holanda Jonathan Kuiyz , quien estudió con Salvador en el colegio, y nos dice, chicos me ha encantado lo que han hecho, si me lo permiten podría pasar sus canciones en De liederen, que es un programa radial en el que él trabaja, y nosotros dijimos, por qué no. Así se hizo y gustó. Pocos días después estabamos sonando en algunos clubes de Rotterdam” , afirma Witty Boy mientras se fuma un cigarrillo.

Si alguno de estos días te encuentras con títulos como La tristeza de Brad Pitt, Radiobuda 83, Francis, o las sicodélicas Charlesmanwittypixies 18 y Mis queridas monjas, seguramenteThe Alfonsus Lizarazu's Project esté muy cerca. Sería pretencioso escucharlos en las emisoras locales, ya que como sabemos, todavía queda mucho reggeton por bailar. Tal vez, por el momento, la mejor opción sea visitarlos en su página
www.radiobuda.com, o en My space, buscando por el nombre del grupo.

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