24.12.06

Pequeño tratado de filosofía del Wittysmo contemporáneo

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En la quintesencia de mis pensamientos está el humor más oscuro. La gota rebosada de mis sustancias temporales y las no sutiles fuerzas de atracción entre mis sexos.

En el punto exacto donde brota la risa, en mi parte interior de piel expuesta, la camiseta supone un número y un color preciso. De una exactitud blanca.

Mi perro muerto y sus dientes que eran encías flotan a menudo superficialmente.

Talvez deseo la muerte de muchos, cometo el error de nombrar a mis amigos moribundos entre la niebla o la bruma, nunca se sabe.

Arthur Rimbaud murió a los veinte años de una sobredosis psicosomática de poesía.
Le temo a los fantasmas y a las historias de fantasmas y Rimbaud es un fantasma muy famoso.

Yo quería ser famoso pero ya no.

Me doy cuenta que hacer música no es muy diferente de comer palomitas mientras las caricias excitan la contraparte femenina y miras una película de un director que conoces muy bien.

De esa dualidad mi signo sobresalta y comienza el problema. No entiendo la multiplicidad ni las secuencias numerológicas y las matemáticas no son mi fuerte, de hecho cabalísticamente hablando no entiendo nada.

Pero me gusta jugar a que entiendo mi cuerpo y sus espíritus superiores.

Crecí pensando que mi padre era un buen hombre y me di cuenta que sólo es un hombre.

Tengo veintidós y sé que la verdad no existe. Tuve esa revelación hace poco y mentir es redundar y todo lo que digas puede ser usado en tu contra mientras vivas. Aunque talvez yo no viva lo suficiente para darme cuenta de ello.


Witty boy


1 comentario:

Enty dijo...

ME alegra que por fin lo hayas puesto :D un besito muy grande