La otra noche estuve como espectador en una conferencia que daba Efraim Medina a propósito de su último libro. En el momento de las intervenciones por parte del público, que en su mayoría estaba compuesto por escritores de menos fama y suerte que lo detestaban, se me ocurrió preguntar:
- Efraim, ¿es tu nariz real o imaginaria?
Todavía no sé por qué salí con semejante disparatada, cuando lo que realmente había querido preguntar, era que si su nariz estaba operada, o no. Como era de esperarse, no tardaron los murmullos y las carcajadas por parte de los demás espectadores, a lo que Efraim, que estaba un poco borracho, respondió:
-Hey. Escuchen todos… ¿De dónde ha salido este chico? ¿De dónde lo han sacado? Porque es un genio. Escúchenme bien. Tengo olfato para esto y no cabe duda. Este chico es un maldito genio. Hay que reconocerlo. Oye pelao, eres un genio. ¿Sabías? Sí que lo eres…. Un-mal-di-to-ge-nio…
- sí.
-Eres un genio. Lo eres. Sí que lo eres.
-Sí, lo soy.
-¿Qué?
-Un genio. Soy un genio.
-Ah, no. No te lo creas de a mucho flaco. A leguas también se nota que eres un perezoso de la mierda. ¿Cómo te llamas?
-¿Qué?
-¡Cómo te llamas! ¡Quién eres! Si quieres que te cuente sobre mi nariz por lo menos podrías decirme quién eres.
-¿Que quién soy? No sé. Mmmm… Cómo saberlo. Mi personalidad es muy rara. Podría decir que soy algo así como una mezcla… Una mezcla entre profeta hindú y asesino en serie… Sí. Esa es una de las pocas cosas que sé de mí mismo.
-¡Bah! Pura charlatanería… No sé. Lo único que te puedo decir es que debes trabajar muy duro. Siempre debes estar en función de tu obra. Hagas lo que hagas debes pensar en lo que quieres decir y en cómo vas a decirlo.
-(Silencio)
-Cuando te rasques. Cuando camines. Mientras te bañes. Cuando hables con otra persona que no seas tú mismo. Cuando estés cagando. Recuérdalo. Siempre. Absolutamente siempre. Hasta cuando te estés culeando a tu novia debes pensar en tu trabajo. ¿Culeas mucho pelao?
-(Silencio)
-Anda que en la cara se te nota que sí.
-(Silencio)
-Que si culeas mucho, qué es que se te cayó la lengua o qué.
-No.
-¿No culeas mucho?
-No Efraim. No tengo novia.
Salvador Andrade
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