16.2.08

Oficina (otro aburrido poema acerca de dios)




Imagino que tengo una oficina y que de repente dios solicita verme.

Se me ocurre que lo hago pasar y que se sienta frente a mí.

En ese momento lo único que me separa de él es la vieja mesa sobre la que escribo.

Yo le digo, "Oye dios, cómo va la vaina..."

Él me dice, "Bien mi hermano, ahí. La vaina va andando..."

Pero eso lo imagino sólo cuando estoy borracho.

Y lo que suena en el stereo es Devendra Banhart.

Y en Buenos Aires es de noche.


Salvador Andrade

.