26.5.09

Dejamos de publicar porque sí



Todos los juegos terminan por aburrir. Y el de nosotros empezó como una broma en el etílico año 2006. Ambos trabajábamos en una librería en el centro de Cartagena. Ese era nuestro centro de operaciones. Allí recibíamos a nuestros amigos y a nuestros enemigos. Realizábamos las lecturas correspondientes y nos manteníamos al tanto de lo que sucedía en el ambiente artístico y literario. Luego fuimos presa del exilio.

Viajamos a Buenos Aires y mantuvimos el trabajo durante algún tiempo: filmamos videos, comimos cadáveres exquisitos, fumamos poemas y nos suicidamos en diferentes ocasiones bajo la luz de nuestros propios experimentos sonoros. Además de eso hubo una característica esencial en la constitución del proyecto como colectivo artístico: compartíamos una ideología política. Aunque supiéramos que en Colombia el gobierno de Álvaro Uribe ha sido sinónimo de injusticia, nosotros carecíamos casi por completo de una posición.

Y así sucedieron las cosas hasta que llegó el etc.

En El arte de desaparecer (ese cuento que tan bien escribiera Vila-Matas), Anatol, un anónimo y modesto escritor, inmediatamente después de que el mundo descubre su obra, decide esfumarse. “Hay personas que se encuentran bien en otro lugar”, afirmaría casi al final del cuento. Pero unas líneas antes e inspirado por un diálogo telefónico que sostiene con su editor, se dirá a sí mismo: “La obligación del autor es desaparecer”.

A Anatol le movilizaba una búsqueda oscura, callada, libre de cualquier protagonismo. La de nosotros es un híbrido.

Dejamos de publicar porque sí. Otros asuntos hay que demandan más atención. Pero les recordamos, queridos. Y esos estúpidos cotilleos sobre el mundo, el arte, el mundo del arte, nosotros, nada.

¿Sabían que el ojo del avestruz es más grande que su cerebro?


The Alfonsus Lizarazu´s Project

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13.5.08

13 de Mayo



uno

Demasiada tristeza y demasiada calma. Entonces la memoria es una bala perdida. El cuerpo desnudo. La vejez reposando debajo de las frazadas. La feroz enfermedad que te devora. Pero tú piensas en los ángeles. En los espíritus. Y ellos te responden desde el stereo: "Purify the colors, purify my mind and spread the ashes of the colors, over this heart of mine".

dos

El chico de la habitación se cansó de llorar. Era pasado el medio día y su madre estaba afuera jugando al dominó con los vecinos. Se alejó de la puerta dando pasos torpes, se agarró de las sábanas y como pudo trepó hasta lo más alto de la cama. La habitación olía a crema de mujer. Pensó que la mejor manera de pasar el rato sería acostándose boca arriba. Así, si llegaba un monstruo, lo vería desde lejos. Pegó sus brazos al cuerpo. Hundió su cabeza en la almohada y guardó silencio. Entonces lo de siempre. Su mirada contra el pequeño vaso de papel que tal vez su madre o su abuela había colocado descuidadamente sobre la repisa.

tres

Yo siempre los veía por ahí. En la Alianza Francesa o en las exposiciones. Eran varios, me acuerdo. Nunca fui amiga de ellos pero siempre me saludaban. Yo creo que era de tanto que nos cruzábamos. Para ese entonces yo estudiaba filosofía y estaba de novia con un profesor de la facultad que no quiero mencionar. Él los odiaba. Una vez, por ejemplo, pasó lo de la prostituta en el Museo de Arte Moderno. Creo que fue para lo de la exposición de Botero. Por lo que pude entender la mujer les había dado una mamada y ellos no le querían pagar. Se le reían en la cara. Sobre todo ese alto que pasaba tocando la gaita. Él y Salvador Andrade. -Páguenme hijueputas que necesito la plata. Páguenme- Decía la vieja. Era patético. Y delante de toda esa gente. Witty, el judío y uno como maricón que andaba con ellos se refugiaban entre las faldas de las francesas que los seguían a todas partes. Fue tanto el escándalo que hicieron que tuvo que llegar la misma directora del museo a pedirles que se controlaran. -Shhhhhhhhhh!!!!!......... bajen la voz que el maestro Botero ya va a decir sus palabras-. Pero como siempre los degenerados tenían la respuesta en la punta de la lengua. -Me vale verga Botero- dijo el de la gaita. Y qué podían hacer. Así eran ellos. Pero eso fue hace rato. Por ahí escuché que Witty y Salvador Andrade se fueron para España o algo así. Nunca más los vi.


Salvador Andrade

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17.4.08

No estaría mal cenar afuera



Bien, después de unas largas vacaciones he regresado al trabajo. Me encuentro sentado en una banca de Central Park, vestido de traje y comiendo palomitas de maíz. He estado pensando un poco en los problemas del mundo y en cómo resolverlos de una manera eficaz. Hace poco pasó una chica trotando con un CUL0 exorbitante, y ahora, bueno, dejo el mundo a un lado y sólo pienso en la anatomía femenina. (Mientras tanto las palomitas atraen a las palomas y ellas a su vez a los palomos que realizan sus danzas para conseguir un buen muslo).

Es otoño y el clima está como me gusta. La ciudad es perfecta para vivir en esta estación. (Sonrío levemente) El trabajo hoy estuvo suave, tendré que llevar a los chicos al salón y después a que se tomen las fotos de la portada. Witty dice que quiere cenar en Ming´s y Salvador insiste en que lo más estratégico es pasar por Planet Hollywood. Yo les digo que no nos quedará tiempo, que lo mejor será comer cualquier cosa en el estudio si es que queremos llegar a lo de las fotos. Además, mostrarse de esa manera antes de la presentación del viernes no tiene mucho sentido. Es necesario tener en cuenta ciertos detalles si lo que se pretende es golpear primero aquí, en NYC. Luego con algo de suerte y mucha publicidad lo que viene es el estrellato en las principales capitales de Europa, que es mi público más prolífico. He estado pensando también en ese nombre que tienen, no sé, habrá que mejorarlo o cambiarlo: The Manfredis. Me gusta. Pero no sé. En este momento a la gente le puede llegar a gustar cualquier cosa. Aún así tendré que discutirlo con Witty y con Salvador. La banda es de ellos y es un gran proyecto. Sólo espero que no haya trabas en esta entrega. Con toda la publicidad ya de por medio espero poder quitarle el pan de la boca a algunos tontos.

Qué encantadores los viejitos de la banca continua, vestidos con la moda de esta temporada. Yo que trabajo en la industria disquera, y eso implica algo de presencia… carajo, no me veo tan bien como ellos. Me simpatizan mucho. No creo que se preocupen demasiado por los problemas del mundo. Ya a su edad lo único que debe importar es morir dignamente o tratar al menos de vivir de una manera cómoda lo que les resta de vida. Ah! y hablando de moda, el aparte de la Rockdelux sobre las principales divas del Pop y sus influencias en el mercado de la moda está buenísimo. Lo que ha hecho Ana Matronic, la cantante de Scissor Sisters en manejo de imagen, es sin duda fenomenal. Ella es mi favorita.

Parece mentira que unos días atrás haya estado en Islandia. Qué buen destino vacacional. Por cierto, conocí a la gente de MÚM. Creo que llamaré a Stivie a la Touch & Go para que se echen una pasada y puedan cazar algunos nuevos talentos. Salvador me lo había dicho, “es el lugar perfecto para tener hijos, dedicarse al arte y a los negocios”. Pero lo primero es cambiar al mundo. Acabar con tanta superchería y tantos solos de guitarra. Pensándolo bien, no estaría mal cenar afuera.



Witty Boy


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19.3.08

Una idea de la felicidad



Ford Taunus, modelo 77, azul celeste.
Lo mejor de este auto es estar en Singapur.
Rodar por la carretera con una herida de bala en uno de los brazos.
El mediodía clavando sus colmillos.
Los recolectores de opio echando un vistazo.
Y los recuerdos, esas viejas amantes,
confundiéndose con la brisa que juguetea entre los cabellos de una larga peluca.
El bigote falso.
La falsa identidad.
De alguna manera habrá que confundir a los traficantes de armas.
Y a los críticos.

Salvador Andrade

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8.3.08

Se necesitan super héroes



El primero de Marzo del presente año, las fuerzas armadas colombianas bombardearon un campamento de las FARC ubicado en territorio ecuatoriano. El ataque dio como resultado la muerte de 24 guerrilleros entre los que se encontraba Raúl Reyes, segundo cabecilla de este grupo revolucionario. El operativo desencadenó una controversia internacional entre Colombia y Ecuador, al que no tardaron en sumarse otros países. Hugo Chávez, presidente de Venezuela, fue uno de los principales protagonistas. Aseguró que si fuerzas colombianas realizasen una incursión similar en su país, habría guerra.

Pero de repente todo se arregló. Después de cinco días de duras negociaciones los mandatarios llegaron a un acuerdo. Hubo guerra pero verbal. El ejército colombiano violó la soberanía ecuatoriana pero Uribe pidió perdón. Nicaragua rompió relaciones con Colombia y en pocas horas las reanudó. Incluso el mismo Chávez que al comienzo se mostró tan amenazante, volcó su discurso de una manera pacífica y casi adorable. ¿Cerrar las fronteras con Colombia le resultaría económicamente rentable?

Todo ha sido muy difícil de entender. La lucha de intereses es demasiado grande. Primero las amenazas y luego los abrazos. El país de las hamburguesas fue el único que apoyó abiertamente al presidente Uribe en su decisión de atacar subversivos que estén en el país que sea y sin previo aviso. Pero el mundo está patas arriba y nosotros en medio. Vivimos una lluvia de información y desinformación. Se necesita algo más que esfuerzo para lograr un cambio real. Pero en este momento no hay super héroes disponibles. Eso es un problema. ¡Oh, y ahora quién podrá defendernos!


Salvador Andrade


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16.2.08

Oficina (otro aburrido poema acerca de dios)




Imagino que tengo una oficina y que de repente dios solicita verme.

Se me ocurre que lo hago pasar y que se sienta frente a mí.

En ese momento lo único que me separa de él es la vieja mesa sobre la que escribo.

Yo le digo, "Oye dios, cómo va la vaina..."

Él me dice, "Bien mi hermano, ahí. La vaina va andando..."

Pero eso lo imagino sólo cuando estoy borracho.

Y lo que suena en el stereo es Devendra Banhart.

Y en Buenos Aires es de noche.


Salvador Andrade

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