17.1.07

Soñar con hormigas




El día que llegué al mundo todos estaban
ocupados en algo.

Mozart sonaba por el altoparlante mientras
Beethoven le acariciaba los cabellos.

Era domingo.

Mi abuela caminaba por las paredes de la casa.

Mi abuelo buscaba un rincón donde sentarse a morir.

Supe de voces con olor a guayaba
y de parientes de un sólo ojo.

¿Será posible esfumarse sin ser visto?

Pero no cuando se acaba de nacer.

Todos cuidaban la siesta en la herida del día.

Alimentaban su húmeda palabra.

Luego llegaron los monstruos y los
espejos sin ruido.

Luego llegaron las canciones.



Salvador Andrade


*

3 comentarios:

rbcdll dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
rbcdll dijo...

Parces me paree muy coleto su project ya se lo habia dicho a salvador..

echese una pasada por mi blog

www.myspace.com/sumokidmosh


!

Anónimo dijo...

no se quienes son...per deben mejorar